miércoles, 8 de agosto de 2012

Visita de “los hombres de paco” en el Regalastro




Como muchxs ya sabréis hemos recibido la visita de “los hombres de paco” en el Regalastro del pasado domingo 5 de agosto. Han venido según ellos a hacer su trabajo, velando por el cumplimiento de las ordenanzas y por nuestra propia seguridad. Nos han ordenado que guardásemos los regalos, y tras un buen rato de inútiles intentos por justificar su acción se han marchado. Argumentaban que debemos seguir la ley, que las normas están para algo y que ellxs hacían su trabajo. Sin permiso de la autoridad no podemos reunirnos, no podemos utilizar espacio público (aunque este sea una basta explanada sin uso) ni podemos hacernos regalos. También nos avisaban de que posiblemente tampoco nos diesen ese permiso al pedirlo para volver a este lugar, y nos recomendaban otro mas escondido donde quizás nos concediesen su favor.

Quizás no sabían bien que es el Regalastro.

El Regalastro es un encuentro de vecinxs, un mercado gratuito donde hablamos, pensamos, sentimos. Es un espacio autogestionado donde todxs somos iguales y no hay nadie por encima de lxs demás. A veces puede recordarnos a aquellos años de inocencia infantil en los que dábamos sin esperar nada a cambio, en los que no conocíamos el dinero ni los males que provoca. Ofrecemos lo que puede ser útil para otrxs y recibimos lo que necesitamos. No es posible la especulación, el robo o el engaño. En cierto modo nos devuelve esa parte de nosotrxs que quieren que perdamos, la inocencia que rompe sus esquemas.
Quizás por eso, aún sabiendo lo diferente que es el mundo que lo rodea, a algunxs nos ha chocado mucho ver aparecer a estas personas con la intención de acabar con nuestro encuentro, pero también nos han recordado porqué estamos aquí y para que sirve lo que hacemos. Mas allá de lo reconfortante que pueda ser relacionarnos al margen de su lógica capitalista, con cada regalo que hacemos, con cada persona que se suma a la RAM y con cada hora que pasamos pensando de otra forma estamos cambiando la realidad, anulando su control sobre nosotrxs y saliendo de las prisiones mentales a las que nos someten.
Tras su interrupción hemos celebrado una asamblea para organizar el próximo Regalastro, por supuesto pidiéndonos permiso a nosotrxs mismxs y con la firme convicción de que lo que hacemos cambiará un pedazo cada vez mas grande de este mundo enfermo.